Para que el
sonido lo haga más real, y calle al sentido.
Para
que suene bien.
Dejarse llevar, cerrar los ojos y enredarnos al andar. "Soltemos el timón".
"Acabe bien o acabe mal", decimos que da igual.
Abogamos por
lo natural, y (nos)vemos a través de filtros.
Decimos sí, parecemos
seguros. Pero hay diferencia entre parecer y ser.
O, al menos, estar.
O, al menos, estar.
Cogemos
el "como si fuera la
última vez" por lema y
bandera. El miedo a que realmente sea la última, no nos deja ver la oportunidad
de una vez más. Y gastamos las ganas. Atracón de media noche, y mal cuerpo al
día siguiente.
Decimos que no, pero al
final, al fondo, siempre hay cierta esperanza, y deseo, de que sea sí.
Lo
sabemos y, aún así, negamos. "Negar
que negamos. Negarlo no cambia la realidad."
Éste sale a
la luz cuando el "no" que dijimos se hace real. Y es cuando lo
sentimos. Y tanto.
Aún así,
"da igual".
Y en el
galimatías de sí-no,
nos cruzamos con muchos, que tienen muchas cosas que decir, que andan igual,
enredados.
Y dos nudos hacen un lío mayor.
Acabamos
pidiendo subvenciones al corazón, porque acabamos con nuestro fondo, donde está
el sí, y todo por decir que
no.
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