Aunque ya
estemos en noviembre, son palabras de finales de agosto.
Palabras,
frases un poco desordenadas pero con sentido, dichos que no se cumplen y
consejos sabios, según mi parecer.
En definitiva, reflexiones de verano:
Un clavo no saca a otro clavo. Ni una espina se quita con otra.
La regla de
los 21 días para coger un hábito. O dejar un vicio.
"La cura para todo es siempre agua
salada: el sudor, las lagrimas o el mar."
Mejor querer
bien a querer mucho. Y quien bien te quiere...
Tiempo hay
para todo (lo que se quiere). Y si se quiere, se puede.
También se puede no
querer.
Al igual que no contestar es un respuesta.
Si te
rompes, déjate arreglar.
Un corazón
inquieto al final siempre busca paz. Aunque no lo sepa.
El amor es
especial. De acuerdo. Pero también es natural. En todas sus formas.
"Todo
pasa por algo". De verdad. Y en el
momento que tiene que pasar.
Si
no cuadra, es por algo. No fuerces.
Con
determinación y constancia se terminan proyectos.
Antes o después, pero se
terminan.
Tener
iniciativa es tan importante como saber esperar.
Ser
independiente es bueno. Pero apóyate en los tuyos.
"Dejarse
llevar suena demasiado bien". Y el "demasiado" no suele tener
connotación positiva.
Muchas risas
nunca son demasiadas. Y las penas, mejor con rumba.
Si te quemas
bajo el sol: drama para hoy, moreno para mañana.
O como dice
el dicho: "no hay mal que por bien no venga".
Después de
una cerveza, viene otra. Y sin una nevera con hielos, no hay copas.
Los helados
engordan. Pero más engorda no hacer nada.
Descanso no
es pereza. Y la fuerza de voluntad hay que entrenarla.
"La
lectura es a la inteligencia como el deporte al cuerpo."
Mirarnos más
profundo. De verdad. Sin filtros.
Buscar otras
perspectivas suele ayudar.
Dejamos
huella en quién se fija, aun sin querer, y en silencio,
como el sol cuando se
pone.
Qué bonita
es la luna cuando está llena, de cosas buenas.
Respirar
hondo oxigena los pensamientos.
Y si se
abren ventanas, aunque sea verano y haga calor,
entra aire fresco.
Con calma 🎶 |